La vida se detuvo para muchas, bueno mejor dicho, todas las personas conocidas en toda la tierra. Todas las conversaciones a través de una pantalla que entrecorta los vínculos, se habla de ese mismo punto de inflexión, del pasado más inmediato y de un futuro incierto.
Entiendes los mensajes de aliento, intentas comprender que le hemos puesto un respirador al planeta, mientras crees que nadas hacia arriba en ese mar de información, vas ganando poco a poco de algo de oxígeno pero tu ropa se convierte en un auténtico traje ajustado de buceo. Se instala una presión en el pecho, unos pitidos en los oídos, un dolor de cabeza profundo..
Estos días juego a qué si me quedo en el lugar, manteniendo la respiración como lo hago bajo el agua, imagino que pasa el tiempo más deprisa sin que me entere, como cuando te sumerges en el mar. Es entonces, cuando tumbada muy quieta en el suelo, miro hacia arriba, por el cristal las palomas ignorantes, intentan resguardarse de la lluvia para entrar a la jaula.
Rosalía, Huesca
