Después de casi diez años de teleoperadora, quién me diría que viviría una pandemia, teletrabajando y viviendo sola en un bajo de portería…
La vida hay que aceptarla como viene y estoy agradecida. Tengo lo más valioso, salud.
Es festivo, llevo 27 días en mi pequeño refugio, pero ya no diferencio los días…
Los laborables trabajo ocho horas diarias, y después me busco la vida para que este confinamiento me sea ameno para mi soledad y yo.
Intento tocar la armónica, un poco de deporte, leo, pinto, hago cursos… Lo que en mí día a día no haría por falta de tiempo.
Lo mejor es que me estoy hablando, me escucho, soy mi prioridad, y estoy feliz conmigo.
Me gusta tener mis momentos de soledad pero esto me ha permitido conocerme más a mí. Estoy aprendiendo mucho.
Salgo una vez a la semana, compro lo necesario y saludo a mis padres desde la lejanía. Lo más valioso de mi vida son ellos, están protegidos, pero temo por ellos. Son el pilar de mi vida y solo pienso en volver a abrazar a mi familia y amigos.
Esto pasará, será una nueva era, seremos distintos y mejores, sabremos valorar lo que de verdad importa
Marina, Zaragoza